En
marzo de 2002, el Congreso de la Nación declaró el 1 de julio como Día
del Historiador, con el fin de homenajear el esfuerzo que escritores,
investigadores, profesores y aficionados realizan para el estudio, difusión y
análisis de los acontecimientos del pasado.
Ley
25.566
Declárase Día del Historiador el 1º de julio de cada
año.
Sancionada: Marzo 14 de 2002.
Promulgada: Abril 4 de 2002.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación
Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1º — Declarar Día del Historiador el 1º de
julio de cada año a los efectos de recordar y homenajear el esfuerzo que han
realizado y realizan los escritores, investigadores, profesores y aficionados
dedicados al estudio, propalación y análisis de los acontecimientos de carácter
histórico.
ARTICULO 2º — Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Argentino,
en Buenos Aires, a los 14 dias del mes de marzo del año 2002. Registrada bajo
el Nº 25.566.
La
fecha remite al día en que el Primer Triunvirato ordenó, a través de un decreto
de 1812, asentar por escrito los acontecimientos de la Revolución de Mayo, con
la finalidad de “perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los
hijos de América del Sud, y a la época gloriosa de nuestra independencia civil”.
Deán Gregorio Funes. |
En
aquella fecha el decreto determinaba que "se escriba la historia
filosófica de nuestra feliz revolución". La tarea recaería en el Deán
Gregorio Funes, quien a partir de la documentación recuperada redactó el “Ensayo
de la historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán”.
El
historiador construye su camino, se vale de herramientas de información que ha
obtenido en su carrera y utiliza otras, que él mismo elabora, en base a su
necesidad y adaptación al contexto que será su foco de atención. Aquella frase
de la escuela que nos repetían las maestras cada vez que preguntábamos para qué
servía la historia, es un extracto de la intención de los historiadores: "…para
conocer nuestro pasado, entender nuestro presente y construir nuestro
futuro". Él quiere conocer el pasado particular de un pueblo, su
evolución hasta el hoy y dar el resultado de su investigación a los demás, a
veces trabaja en equipo, otras veces en soledad, difícil en estos tiempos que
sea rentable esa labor, difícil que el resultante del mismo sea recibido por
estudiantes, docentes y público en general sin cuestionamientos o críticas,
pero esto nos habla de algo importante: nuestra sociedad ha avanzado, tiene una
visión crítica de la historia que se nos cuenta, responde y aporta, suma,
disiente, ensancha la perspectiva de aquel a quién puede escapársele algunos
hechos o que los ve desde otra perspectiva porque, básicamente, es un
individuo, humano, imparcial, subjetivo por más que siempre se nos haya hecho
creer lo contrario.
Como una de las instituciones fundantes de la
Patria, la Armada Argentina, desde sus primeros años de organización, contó
entre sus filas con hombres que entendieron la importancia de dejar registro
–para las posteriores generaciones– de los acontecimientos y procesos
históricos en donde estuvo involucrada la institución.
Son ellos quienes rescataron del paso del tiempo
las tradiciones y costumbres navales. Con una tarea minuciosa, incansable y
paciente, “navegaron” por infinidad de documentos y archivos extrayendo de
ellos lo significativo, para brindarnos un panorama más amplio y abarcador del
pasado, que permite entender el presente y proyectar el futuro de nuestra
institución. También, hicieron visible la real importancia que tiene el estudio
y la custodia de los intereses marítimos nacionales.
Nombrar a todos aquellos marinos implicaría una labor que excede las capacidades e intenciones de este artículo, el cual sólo pretende recordarlos y homenajearlos en ocasión de esta fecha, mediante la semblanza de uno de sus principales exponentes que contribuyó al desarrollo de la Historia Naval, el capitán de fragata Teodoro Caillet Bois.
Nombrar a todos aquellos marinos implicaría una labor que excede las capacidades e intenciones de este artículo, el cual sólo pretende recordarlos y homenajearlos en ocasión de esta fecha, mediante la semblanza de uno de sus principales exponentes que contribuyó al desarrollo de la Historia Naval, el capitán de fragata Teodoro Caillet Bois.
Capitán de Fragata Teodoro Caillet-Bois |
Semblanza
del capitán de fragata Teodoro Caillet Bois
Ingresó a la Escuela Naval en 1898. Finalizado su
viaje de instrucción en la fragata ARA “Sarmiento” navegó en aguas antárticas a
bordo de la corbeta ARA “Uruguay” colaborando con la expedición del
investigador francés Jean-Baptiste Charcot. Durante su carrera ejerció el
comando de diferentes buques y formó parte de importantes trabajos
hidrográficos a lo largo del litoral marítimo.
En noviembre de 1927 se retiró del servicio activo con el grado de capitán de fragata. A partir de allí pudo dedicarse con más tiempo y esfuerzo a su otra vocación: la Historia.
En el Boletín del Centro Naval publicó varios artículos. También colaboró con el Boletín de Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras con estudios sobre la actuación del comodoro de Marina Hipólito Bouchard en la costa californiana y el papel que desarrollaron los corsarios durante la guerra con el Imperio del Brasil (1825 – 1828).
En noviembre de 1927 se retiró del servicio activo con el grado de capitán de fragata. A partir de allí pudo dedicarse con más tiempo y esfuerzo a su otra vocación: la Historia.
En el Boletín del Centro Naval publicó varios artículos. También colaboró con el Boletín de Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras con estudios sobre la actuación del comodoro de Marina Hipólito Bouchard en la costa californiana y el papel que desarrollaron los corsarios durante la guerra con el Imperio del Brasil (1825 – 1828).
Su capacidad y sapiencia sobre temas navales le
valieron la invitación para formar parte de la magistral “Historia de la Nación
Argentina” que fue impulsada por la Academia Nacional de la Historia y dirigida
por el prestigioso historiador Ricardo Levene. El interés demostrado por la
Patagonia se reflejó en los artículos publicados en la revista “Argentina
Austral”, donde recordó las actividades de los primeros marinos que se
establecieron en la región y las diferentes expediciones de la Armada
Argentina.
Su infatigable tarea se manifestó también con el
primer intento por escribir una obra total y didáctica sobre Historia Naval que
denominó “Ensayo de Historia Naval Argentina”. En “Los marinos durante la
dictadura (período 1841 – 1851)”, relató los sucesos navales durante el rosismo
a partir de la documentación perteneciente al Archivo General de la Nación.
También merece destacarse el libro “Costa sur y plata”, donde reunió recuerdos
y ensayos históricos sobre el sur argentino.
El capitán de fragata Teodoro Caillet Bois
falleció un 23 de febrero de 1949 en la ciudad de Buenos Aires. Dejaba para la
posteridad una valiosa contribución, reconocida por sus continuadores, la cual
aspira a ser perfeccionada con nuevos elementos, temas originales y la misma
vocación de servicio manifestada por aquel marino.
En la actualidad, la Armada Argentina es
consciente de la importancia de la Historia como una disciplina de carácter
formativo esencial que concentra actividades de formación, investigación y
difusión y el Museo de la Aviación Naval Argentina como custodio de las
tradiciones aeronavales está destinado a conservar para las generaciones
futuras la rica historia de todas aquellas aeronaves que pasaron por la
AVIACIÓN NAVAL, y las vivencias de sus hombres y mujeres, los marinos que
vuelan. Historia nacida en 1916, que continúa en constante expansión y
crecimiento próxima a cumplir 100 años.
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