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BIENVENIDOS AL MUAN.
MUSEO DE LA AVIACIÓN NAVAL ARGENTINA
Espacio creado con el objeto de dar a conocer la historia de la AVIACIÓN NAVAL ARGENTINA y sus protagonistas.
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MUSEO DE LA AVIACION NAVAL ARGENTINA
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ALESCIO, el último caballero del aire
Me llamo Ángel Alescio, pero para la "MARINA" siempre seré "ALESCIO ÁNGEL" (o sea el apellido primero). Ingresé en la Ma...
VISITANTES
viernes, 27 de septiembre de 2024
ALESCIO, el último caballero del aire
jueves, 24 de agosto de 2023
El MUAN en los preparativos para el 12º Atardecer de los Museos 2023.
El 23 de agosto, en dependencias del Museo Histórico del Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas “VGM Sequeiros Jerez”, se llevó a cabo una nueva reunión del Corredor Museológico de Coronel Rosales con el objeto de ultimar detalles para la realización del 12º Atardecer de los Museos.
lunes, 3 de abril de 2023
ALONDRA GUERRERA - 3 DE ABRIL DE 1982, BAUTISMO DE FUEGO DE LA AVIACIÒN NAVAL ARGENTINA
miércoles, 4 de mayo de 2022
PALABRAS DEL INSTITUTO AERONAVAL PARA EL DÍA DE LA AVIACIÓN NAVAL 1982 – 2022
A las cuatro horas y cuarenta y cinco minutos del dos de abril de 1982, un Almirante Argentino, Infante de Marina ejerciendo el Comando de la Fuerza de Desembarco ordenó izar la bandera de guerra al Comandante del Buque de Desembarco ARA San Antonio, iniciando así la operación Rosario.
Comenzaba así una gesta, una epopeya de las Fuerzas Armadas y de
Seguridad, que nos llevaría a enfrentar a las tropas de la Corona Británica
quien sostenía la usurpación desde hacía 149 años.
Al día siguiente y en el frío clima de las islas Georgias del Sur, un
pequeño helicóptero de la Armada lleno de coraje Argentino cumpliría con el
bautismo de fuego de la Aviación de la Armada, nuestra Aviación Naval, al
defender por la maniobra y el fuego, a
un helicóptero del Ejército Argentino que trasladaba tropas para la
recuperación de Grytviken y que estaba bajo fuego de la tropa británica.
A partir de estas acciones iniciales tan trascendentes, continuó la
crisis diplomática a la que se agregó entonces la escalada militar, que desembocaría en una guerra convencional en
los meses de mayo y junio.
Fue entonces en ese mes de abril del 82 y viendo el más grande
despliegue de fuerzas militares de la Corona desde la Segunda Guerra Mundial,
que la Armada Argentina en su conjunto y particularmente su Aviación Naval,
incrementaron a un ritmo febril, la recuperación y el desarrollo de sus
capacidades de combate.
Se recuperaron aviones de ataque fuera de servicio, se completaron
inspecciones de aviones exploradores, se desarrollaron en nuestros talleres
sistemas de guerra electrónica, señuelos chaff
artesanales y se instalaron sistemas de navegación de precisión en todas
las plataformas posibles, tanto aviones como helicópteros.
Pilotos y personal de mantenimiento de la EA32 40 años después. |
Llegado el día 01 de mayo y siendo las cuatro hora y cuarenta minutos,
casi como había ocurrido el 02 de abril, un bombardero estratégico Vulcan
inició las acciones de combate del enemigo, bombardeando la pista del
aeropuerto de Puerto Argentino. Simultáneamente y durante esas primeras horas
de incertidumbre, un solitario avión Tracker volando por debajo de los lóbulos
radar y desafiando las amenazas antiaérea y contraérea, ubicaba con precisión a
uno de los portaaviones del oponente, dándole así al Comandante Naval Argentino,
una ventaja táctica extraordinaria.
La Armada, aún a riesgo de tener que enfrentar una amenaza desconocida
y superior por su movilidad y volumen de fuego, el submarino nuclear, estaba en
el mar en actitud y aptitud para enfrentar una batalla aeronaval. Sabía de la
presencia de varios de ellos, pero aún así mantenía una actitud ofensiva.
Mientras tanto ese día, era testigo de los ingentes esfuerzos que se
llevaban a cabo para lograr un “alto al fuego” en las acciones de combate
recíprocas y arribar a la posibilidad de
negociaciones de la mano del Presidente del Perú Dr. BELAUNDE TERRY, esfuerzos
que parecían tener éxito al quedar fijada una reunión el día 02 de mayo por la
tarde para tratarlos.
Sin embargo al llegar las 16 horas, la perfidia se hizo presente en el
teatro de Operaciones y el enemigo descargó un ataque mortal sobre el crucero
ARA Gral. Belgrano, obligándonos a un repliegue táctico para analizar la
situación y que dada la retirada de las fuerzas británicas hacia el sudeste, hicieron
imposible un ataque aeronaval. En esos difíciles momentos todas las unidades
con base en tierra de la Aviación Naval salieron en búsqueda de los sobrevivientes
y los encontraron al día siguiente.
Estábamos definitivamente en guerra y la fuerza británica alejada
hacia el este tenía a su alcance a Puerto Argentino, pero estaba fuera de nuestros
radios de acción excepto en los breves períodos en que alguno de sus buques con
artillería se acercaban para cañonear nuestra posiciones.
La cacería del portaaviones había comenzado, el buque navegaba hacia
aguas poco profundas esperando una nueva
oportunidad favorable para desplegarse.
Entre el día 03 y la madrugada del 04 mientras navegaba hacia el oeste
sus medios de protección antisubmarina helicópteros Sea King y Aviones Tracker
evitaron que uno de los tres submarinos nucleares que estaban en el área alcanzara
a lanzar un de ataque.
Pero más al sur un solitario e inteligente explorador, el Neptune
2P112, estaba en un vuelo de búsqueda
antisuperficie, su tarea era despejar el camino para el cruce de tres
C-130 hacia Puerto Argentino, pero a las 07:10 su operador radar localizó un
contacto que luego confirmó con el análisis de las señales electrónicas que de
él provenían, clasificándolo como un destructor tipo 42. A partir de ese
momento mantuvo la exploración en contacto, sabiendo que estaba bajo amenaza de
la patrullas aéreas de combate británicas.
Con toda esa información el Comando de Aviación Naval ordenó una
misión de ataque para los aviones Super Etendard y el Exocet. Era la primera vez en la historia
del combate naval moderno que un avión explorador y una sección de aviones de ataque
con misiles se combinaban para atacar un blanco vital en el núcleo de una
Fuerza Naval.
Los Super Etendard despegaron en absoluto silencio a las 09:44 para
reunirse con un avión tanque KC-130 de nuestra Fuerza Aérea, y luego de ser
reabastecidos iniciar su perfil de ataque, perfil desarrollado en la propia
Escuadrilla. Se iniciaba asi una de las acciones más trascendentes de este conflicto.
A las 10:35 con un breve mensaje, el Capitán de Corbeta PRONI en el
Neptune actualizó la posición del blanco y el Capitán de Corbeta BEDACARRATZ y
el Teniente de Navío MAYORA, comenzaron su aproximación final. Las 11:04 fue la
hora en que quedo fijado el momento final del destructor HMS Sheffield.
Los dos misiles se deprendieron y tras un instante de caída salieron
en silencio en dirección a las coordenadas confirmadas por el radar Agave de
ambos aviones. Sólo vieron llegar sus estelas mientras otros buques próximos
alertaban al resto de la Fuerza. Los impactos fueron demoledores y el mejor y
mas moderno buque de defensa aérea británico, quedaba fuera de servicio para
hundirse días después.
La Armada Argentina, a través de su Aviación Naval había hundido el
primer buque británico en combate, desde la Segunda Guerra Mundial y la Corona sabría que su deseo le costaría un
alto precio en medios y vidas y que esta Nación tan alejada de su metrópoli,
que siempre se había manifestado pacífica no estaba indefensa. El shock causado
por este ataque los obligó a retroceder y alejarse aún más hacia el este, sin
que lograran comprender la magnitud de lo ocurrido.
La guerra continuó y la Armada empeñó de la mejor manera sus medios
buscando siempre la oportunidad de entrar en combate.
El resultado nos fue adverso, pero esa adversidad coronó en abnegación
y sacrificio, en definitiva en un infinito amor por nuestra Patria y sus
habitantes.
Todas sus unidades se aprestaron para la batalla y su Aviación Naval
cumplió con todas las órdenes y misiones recibidas, cruzó a las islas siempre
que fue necesario, operó desde allí con aviones de escuela y reactores de
entrenamiento por ser estos los únicos que podían utilizarse en la pista que
existía. Realizó rescates épicos con helicópteros, cuidó las espaldas en Tierra
del Fuego, aseguró que no hubiera buques trampa antiaéreos esperando el cruce
de aviones argentinos de todas las fuerzas. Y pegó y pegó y siguió pegando duro
cada vez que pudo, testigos mudos son la Ardent, la Antelope, la Antrim, el
Atlantic Conveyor el Invencible la Pradera
del Ganso y el estrecho de San Carlos.
Por eso se fijó este día, no para recordar un hundimiento, no para
hablar de nuestras valientes individualidades, sino para hablar del tremendo y
maravilloso equipo de combate que la Aviación de la Armada, su Aviación Naval,
llevó a la batalla luego de años de preparación, análisis y severo
entrenamiento.
Eso significa el Día de la Aviación Naval y así lo reconoce la Armada
toda, esa Armada única, indivisible, indisoluble que combatió en la superficie
del mar, debajo de él, en la turba malvinense y en el aire. No existe otro
pensamiento ni criterio operacional que implique hablar de otra cosa que no
sea, la Armada Argentina en combate, ella fue donde se le ordenó y nosotros los
Marinos que volamos ofrendamos allí a nuestros mejores hombres:
Capitán de Corbeta Carlos ZUBIZARRETA
Teniente de Fragata Marcelo MÁRQUEZ
Teniente de Fragata Carlos BENITEZ
Teniente de Corbeta Daniel MIGUEL
Suboficial Mayor Ramón BARRIOS
Suboficial Segundo Roberto LOBO
Cabo Primero Pedro VENDRAMIN
Cabo Segundo Claudio GRIMOLDI
Cabo Segundo Sergio ISELLI
Muchas gracias. –
INSTITUTO AERONAVAL © 2022
lunes, 2 de mayo de 2022
“IRSE A PIQUE ANTES QUE RENDIR EL PABELLÓN”: EL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO ARA “GENERAL BELGRANO”
Cada 2 de mayo, los argentinos volvemos a visualizar en el horizonte la enorme silueta del crucero ARA “General Belgrano”, y la misma nos compromete a mantener viva su memoria.
“Una
fecha, 2 de mayo, por siempre reencontrará nuestros pensamientos y oraciones. Y
al dejar navegar nuestra imaginación, estrechamente juntos, volveremos a surcar
el mar en nuestro eterno y querido crucero”. Esa frase corresponde al Capitán
de Navío Héctor Elías Bonzo, último Comandante del ARA “General Belgrano”,
hundido el 2 de mayo de 1982 durante el Conflicto del Atlántico Sur.
El Capitán Bonzo se la dedicó a su dotación: a los que esa tarde sobrevivieron al ataque del submarino nuclear británico HMS “Conqueror” y a los 323 que no volvieron. El hundimiento del “Belgrano” fue un golpe durísimo para las fuerzas argentinas, en él se produjo casi la mitad del total de bajas argentinas en todo el conflicto.
La última
página de su historia en la Flota de Mar comenzó a escribirse el 16 de abril de
1982 a las 11.50, cuando el buque con sus 1.093 tripulantes zarpó de la dársena
de la Base Naval Puerto Belgrano rumbo a Tierra del Fuego. Al mismo tiempo,
empezaban a trazarse las primeras líneas de su historia de gloria y honor en
defensa de la soberanía; siendo el 24 de abril la última vez que soltaría amarras
desde el puerto de Ushuaia.
El 1° de
mayo, con rumbo Este navegaba hacia el sector asignado, sin saber que el
submarino nuclear HMS “Conqueror” ya lo tenían debajo del casco siguiéndolo con
sigilo, y buscando el momento justo para abrir fuego con sus torpedos.
Fue el 2
de mayo a las 16.02 cuando el primer torpedo del submarino impactó en la sala
de máquinas del “Belgrano”; el segundo le destruyó la proa y el buque comenzó a
irse a pique. A las 16:23, el Comandante dio la más triste y dolorosa orden que
un comandante le puede dar a su tripulación, la de abandonar el buque.
El
crucero tardó una hora en irse a pique a 4.200 metros bajo el mar, en el fondo
de la cuenca de Los Yaganes, al sur de las Malvinas. Fue la mayor tragedia
naval de la historia de la Armada Argentina. También una de sus mayores pruebas
de heroísmo. Casi 300 hombres murieron en el primer instante del ataque; el
resto falleció en las balsas por las heridas, el frío o el oleaje que se los
llevó a lo profundo. El crucero ARA “General Belgrano” estaba a 210 millas al
sur de la isla Gran Malvina. Y allí quedó como guardián eterno.
Una vez
que el buque desapareció de la superficie del Atlántico Sur, devino la odisea
de los náufragos en las balsas, que comenzaron a dispersarse en un mar bravío
donde las olas y fuertes vientos hacían difícil la supervivencia.
“El
destino nos colocó frente a esta guerra y así afrontamos sus consecuencias
buenas y malas. Conducidos por nuestro Comandante, supimos aportar nuestra
propia voluntad para dar sentido a ese destino, poniendo en juego lo más
valioso del ser humano: nuestra propia vida. El 2 de mayo, a las 16.30,
uniremos nuestros pensamientos, donde nos encontremos, manteniendo bien alto
nuestro espíritu de dotación para honrar a nuestros héroes y, asimismo,
recordando y agradeciendo respetuosamente a sus familiares por la entrega a la
Patria de sus seres queridos”, escribió el Segundo Comandante del buque,
Capitán de Navío Pedro Galazzi, en uno de los aniversarios.
Cada 2 de
mayo, los argentinos volvemos a visualizar la enorme silueta del crucero ARA
“General Belgrano”, y la misma nos compromete a mantener viva su memoria, a no
olvidar; honrando a sus héroes y acompañando a sus deudos, transmitiendo a las
nuevas generaciones la historia que no conocieron, de hombres comunes, pero que
con gran amor a la patria, coraje, entrega y valentía un día se convirtieron en
héroes.
Hay
tumbas de héroes que no pueden ser visitadas…Se encuentran en las profundidades
de los océanos, en lejanas islas de piedra o en campos de batalla sin nombre.
Solo se puede llegar a ellos a través de la memoria.
GLORIA,
HONOR Y RECUERDO PERMANENTE A LOS TRIPULANTES DEL CRUCERO ARA “GENERAL
BELGRANO”.
Instituto Aeronaval aparte del Suboficial Mayor Aeronáutico Barrios y del Suboficial Segundo Aeronáutico Lobo, toma como héroes náufragos del Crucero General Belgrano pertenecientes al Comando de la Aviación Naval, a los Cabos Pedro Vendramín (Furriel), Claudio Grimoldi (Artillero) y Sergio Iselli (Artillero), porque antes de iniciarse el conflicto bélico, estaban destinados en Unidades pertenecientes a la Aviación Naval, siendo trasladados en Comisión al Crucero General Belgrano después del 2 de abril de 1982.-
INSTITUTO
AERONAVAL © 2022
jueves, 6 de enero de 2022
A 60 AÑOS DE LA EPOPEYA DE LOS DOS AVIONES DC-3/C-47 DE LA ARMADA, QUE EL 6 DE ENERO DE 1962 A LAS 21:15 HORAS, ALCANZARON Y ATERRIZARON EN EL CONFÍN DE NUESTRA PATRIA, EL POLO SUR.-
INSTITUTO AERONAVAL MANTENIENDO VIVO EL ESPIRITU DE LA AVIACIÓN NAVAL |
En 1962, dos aeronaves argentinas hicieron historia al aterrizar por primera vez en la zona más austral del mundo.-
Hace
60 años, el aire frío del continente blanco fue testigo del primer vuelo
argentino al Polo Sur. Aquel 6 de enero, el de 1962, pasó a la historia como el
día en el que dos aeronaves Douglas DC-3 de la Aviación Naval Argentina
lograron completar el primer aterrizaje de unidades de nuestro país en suelo
antártico.-
La
travesía había iniciado en octubre de 1961 con vuelos de inspección sobre la
zona. Previo a su expedición, las unidades –matriculadas CTA-12 y CTA-15–
instalaron equipos, esquíes y la unidad de Exploración y Reconocimiento
Aerofotográfico. Por su parte, los pilotos se adiestraron para volar en
condiciones nulas de visibilidad.-
Las
aeronaves de la Unidad de Tareas 8 despegaron de Río Gallegos el 18 de
diciembre. Luego de dos etapas previas con escalas en proximidades de la isla
Robertson, sobre la barrera de hielos Larsen y en la estación científica de
Ellsworth, lograron unir por primera vez ese punto del Polo Sur con el
continente sudamericano.-
La
magnitud de esta proeza se dimensionó por las dificultades que presentaba la
expedición: las unidades de la Aviación Naval prefirieron encarar una ruta
distinta a la conocida y ser los primeros en arribar al lugar directamente
desde el continente americano. En aquella época no se contaba con cartografía
de la zona y se desconocía la existencia de referencias en tierra que pudiesen
facilitar la orientación durante el vuelo. Por ello, fue necesario que
compilaran e interpretaran toda la experiencia.-
El
operativo fue comandado por el Capitán de Fragata Hermes Quijada al mando del
CTA -15, era el Comandante del Grupo Aeronaval que compuesto por otros 11
marinos, llevaría adelante la Hazaña.-
Esos
hombres que formaron parte de la dotación de las dos aeronaves fueron:
CTA-15 : Teniente de Fragata Miguel A. GRONDONA
Teniente de
Corbeta José L. PÉREZ
Capitán de
Corbeta Pedro MARGALOT
Suboficial
Segundo Edmundo FRANZONI
Cabo Primero
Gabino ELIAS
CTA- 12: Teniente de Navío Jorge PITTALUGA
Teniente de
Fragata Hector MARTINI
Teniente de
Fragata Enrique DIONISI
Capitán de
Corbeta Rafael CHECCHI
Cabo Principal
Ricardo RODRIGUEZ
Cabo Raúl
IBASCA
Gracias
a esta misión, se amplió el conocimiento científico universal que adquirieron
nuevos aportes geográficos, glaciológicos, meteorológicos, geológicos y
sanitarios sobre zonas del continente antártico aún inexploradas y sobre otras
poco conocidas.-
El
itinerario de vuelo
A
las 5.48 del 18 de diciembre de 1961, las aeronaves al mando del entonces
Capitán de Fragata Hermes Quijada despegaron de la Estación Naval Río Gallegos
rumbo al Cabo de Hornos. La velocidad era poca: las 32.000 libras de peso,
sumadas a los vientos del sector Sur y a la necesidad de ahorrar combustible,
en previsión de cualquier súbito empeoramiento de tiempo, no les permitió pasar
los 115 nudos.-
Ambos
aviones realizaron un perfecto aterrizaje en la Base Teniente Matienzo, el
primero en la nieve, con el que concluyó la etapa inicial del vuelo al Sur,
luego de 8 horas 17 minutos de travesía.-
El
24 de diciembre los expedicionarios fueron invitados por los camaradas de la
base a pasar la Nochebuena con ellos. Dos días más tarde, aprovechando la buena
meteorología, despegaron para continuar el trayecto.-
Al
volar sobre Bahía Austral, la Estación Científica Ellsworth apareció como una
manchita negra que poco a poco fue aumentando de tamaño. La pista había sido
bien señalada y a poco de aterrizar fueron recibidos por el personal de la
estación.-
Luego,
la estación Polo Sur les comunicó que estaba lista a recibirlos. El 6 de enero,
a las 13.05, despegaron nuevamente, mientras se abría a su proa una zona
cubierta de grietas enormes. Se encontraban muy cerca al Polo Sur y la zona que
sobrevolaban tenía una capa de hielo de casi 3.000 metros de espesor.-
Eran
las 20.45 en Argentina. Al iniciar la cuarta pierna de la búsqueda,
descubrieron por la amura de estribor unos puntos negros que no pertenecían al
natural paisaje antártico. El Teniente Grondona, copiloto de una de las
aeronaves, giró de inmediato hacia esa dirección donde avistaron el Polo Sur a
más de 30 millas. Recién a las 20.15 estuvieron sobre su vertical y, diez
minutos más tarde, aterrizaron en medio de la mirada complacida de todos los
integrantes de la base.-
Las
aeronaves lograron aterrizar en la base estadounidense Amundsen-Scott. Tras las
palabras del Capitán Quijada, la delegación argentina entregó una placa
recordatoria del vuelo con el siguiente texto: “La República Argentina a
Amundsen, Scott y sus hombres en el cincuentenario de su llegada al Polo Sur.
Homenaje de la Aviación Naval de la Armada Argentina en su primer vuelo al Polo
Sur”.-
Hoy
el INSTITUTO AERONAVAL rinde este humilde homenaje y les presenta este video de
realizado por la Armada Argentina para esta ocasión, que, con imágenes
restauradas del histórico vuelo, nos hace vibrar lado a lado con esos
intrépidos Argentinos que fueron los primeros en alcanzar el Polo Sur.-
https://www.youtube.com/watch?v=BTDneswMHnI&ab_channel=ArmadaArgentina
Agradecemos Gentileza Gaceta Marinera
INSTITUTO
AERONAVAL ©2022
jueves, 1 de julio de 2021
lunes, 17 de mayo de 2021
17 de Mayo 2021 DÍA DE LA ARMADA ARGENTINA
MANTENIENDO VIVO
EL ESPIRITU
DE LA AVIACIÓN NAVAL
DÍA DE
LA ARMADA ARGENTINA
Entre el 14 y el 17 de mayo hace hoy 207 años, el Almirante
Don Guillermo Brown derrotaba a la escuadra realista en el combate de
Montevideo.
Humberto F. Burzio afirma que fue “el episodio más
trascendental de la Revolución de Mayo, el dominio del Río de la Plata, hecho
cuya importancia militar y estratégica gravitó decisivamente en la campaña
posterior de los Andes, reconocido por el propio Libertador San Martín, “con la
campaña triunfal del Almirante Brown que personifica en ilustre figura el
nacimiento de la marina de guerra, han quedado a cubierto mis espaldas, siendo
este triunfo la más grande contribución a la campaña del Ejército de los
Andes”.
El Capitán de Navío Jorge Bergallo afirma que una síntesis
extrema de esa acción podría ser: Liderazgo, capacidad de conducción de su
personal, compromiso con su Patria y, fundamentalmente, coraje y ejemplo
personal. Cualidades que también caracterizaron a nuestros hombres que
estuvieron en combate en las Islas Malvinas y supieron orientar el valor, el
arrojo y la profesionalidad de sus subordinados.
Al celebrarse el Centenario de esta acción en 1914, se
inauguraba la sede actual del Centro Naval y en su Boletín Profesional desde
1908 se hablaba de los progresos de la Aviación y la necesidad que la Armada
alcanzara esa tercera dimensión.
Hoy la Aviación de la Armada Argentina, está cumpliendo sus
105 años de vida desde su fundación en 1916 y se encuentra en Operaciones. No
ya de combate sino de protección a los recursos pesqueros de la República en
conjunto con las unidades de superficie de la Armada y la Prefectura Naval.
Unida indisolublemente a la Nación en esta época de pandemia y limitaciones
materiales.
Formada desde sus albores con un ancla en sus alas, está
compuesta por un aguerrido núcleo de personal que hace gala de la síntesis que
expresara el Capitán Bergallo, haciendo lo mejor con el material disponible y
no sentada la espera de que se obtenga lo necesario para estas circunstancias.
Son Jefes, Oficiales, Suboficiales, Cabos, Personal de Tropa Voluntaria,
hombres y mujeres que se forjaron como Marinos, que conocen el mar y lo
respetan, que saben sus límites y usan los criterios de éxito y probabilidad en
las operaciones aéreas navales en tiempo de paz, pero que llevan en su espíritu
el valor acuñado en las operaciones reales de tiempo de paz que dan sentido a
su historia y fundamentalmente en la entrega incondicional ofrecida en los
combates y apoyos de 1982.
El Instituto Aeronaval, crisol de todas las jerarquías de
los Marinos con alas en conjunto con todo el personal civil y conscriptos que
sirvieron en ella, emocionados como los jóvenes que alguna vez fuimos,
expresamos nuestro orgullo de pertenecer a la Armada Argentina, en este su día
y renovamos una vez más nuestra consigna permanente al Sur y al Mar, diciendo
en nuestra voz más alta:
“VIVA LA PATRIA, VIVA LA ARMADA ARGENTINA y su AVIACION
NAVAL”
INSTITUTO AERONAVAL © 2021
domingo, 2 de mayo de 2021
A 39 AÑOS DEL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO ARA GENERAL BELGANO - HOMENAJE DEL INSTITUTO AERONAVAL
El Instituto Aeronaval además de
nuestros seis mártires caídos de la Aviación Naval, también considera como
integrantes del componente aeronaval a los cabos Vendramin, Iselli y Grimoldi,
por estar los tres destinados en unidades de la Aviación Naval anteriormente al
inicio de la guerra de Malvinas y que avanzado ya el conflicto, fueron
trasladados "en comisión", al crucero ARA GENERAL BELGRANO, donde
murieron en el hundimiento, junto al suboficial mayor Barrios, Suboficial
segundo lobo y sus 318 camaradas.
FUENTES:
INSTITUTO AERONAVAL