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sábado, 18 de agosto de 2012

A 10 años del rescate del barco científico BP Magdalena Oldendorff por el buque antártico argentino Almirante Irizar (OPERACIÓN CRUZ DEL SUR).

A pocas semanas de su regreso a Buenos Aires luego de la Campaña Antártica, en el rompehielos ARA "Almirante Irízar" su tripulación se hallaba abocada a la revisión de las múltiples novedades de la nave, luego de su habitual tarea de verano cuando la superioridad ordenó el inmediato alistamiento para concurrir al rescate del buque polar "Magdalena Oldendorff" que había quedado atrapado por los hielos en el Mar de Weddell.

El "MagdalenaOldendorff" había sido contratado para abastecer a las bases antárticas de la India y de Rusia cuando fue sorprendido por los hielos en el Mar de Weddell que le cortaron la salida a aguas abiertas. El capitán Lubek del "Magdalena Oldendorff", hombre de gran experiencia polar y antártica, dirigió su nave a una caleta que le dio protección contra la rotación de los hielos del Weddell, los que seguramente hubieran acabado con su barco.

Ante esta situación, el Armador solicitó ayuda a las autoridades antárticas y a la Armada Argentina, sabiendo que la única esperanza era el RHAI, único rompehielos en todo el hemisferio sur y teniendo en cuenta que los poderosos buques nucleares rusos no pueden operar en la Antártida por ser una región vedada a cualquier nave con ese tipo de propulsión.

Oldendorff contrata al "Almirante Irizar"

Culminada la actividad de abastecimiento de bases antárticas, el RHAI se encontraba en su apostadero de Buenos Aires y su tripulación se hallaba abocada a reparaciones y el extendido mantenimiento habitual del barco luego de la campaña 2002, cuando sobrevino la posibilidad de concretar la difícil misión de rescatar al "Magdalena Oldendorff".

Los directivos de la empresa Armadora se reunieron con las autoridades de la Armada Argentina y comenzaron a evaluar distintas alternativas para acceder a la nave atrapada por los hielos. Dada la época del año, muy cerca del invierno austral, las posibilidades de que el RHAI acceda a la caleta donde se encontraba el Magdalena eran sumamente remotas, entonces se planificó de común acuerdo una misión de la siguiente forma:
El RHAI se acercaría al borde de los hielos para observar la situación glaciológica y si no los podía superar regresaría a Buenos Aires.

FOTO ARMADA ARGENTINA
Si el RHAI podía penetrar el campo de hielo y se acercaba hasta unas 50 MN (unos 90 km) despacharía sus helicópteros Sea King para abastecer de combustible al "Magdalena Oldendorff" mediante rolling tanks colgados de la eslinga de las aeronaves.

Si el RHAI lograba amadrinarse al "Magdalena Oldendorff" debería abastecerlo con 800.000 litros de combustible, proveer víveres y retirar a la tripulación no esencial (en su mayoría científicos rusos) para que el barco espere el deshielo.
Para esos momentos, el ancho del campo de hielo en el Weddell era de unos 1000 km y la luz crepuscular para el vuelo de los helicópteros era de tres horas diarias si las condiciones meteorológicas lo permitían. Por ello, es importante aclarar que no se le impuso al RHAI la misión de abrirle una brecha en el hielo al "Magdalena Oldendorff" y que esa alternativa quedaba abierta sólo si se produjera alguna condición de tipo excepcional para poder concretarlo.

Una vez resuelta la misión y firmado los documentos contractuales, la Armada Argentina ordenó el despacho del rompehielos en el menor tiempo posible y la preparación de dos helicópteros Sea King para abordar a la nave en Bahía Blanca. También solicitó a Oldendorff la presencia de un veedor de la empresa a fin que el mismo pudiera constatar el desarrollo de la misión. En tanto, el armador adquirió el combustible y los víveres para el "Magdalena Oldendorff", elementos que serían cargados en el navío argentino.

Se debió alistar en apenas 5 días, llevando una importante cantidad de combustible especial que no se congela y que es de difícil obtención, más una cantidad similar de ese material para abastecer al barco alemán aprisionado en los hielos. También cargaron 70 toneladas de alimentos, tanto para ellos como para los tripulantes rusos, en razón de que ignoraban cuánto tiempo demandaría la operación.

Rumbo al sur

FOTO DIARIO LA NACION
El RHAI zarpó desde el puerto de Buenos Aires el 25 de junio decidiéndose que las reparaciones ya iniciadas se culminaran durante la navegación. Por ello, se fijó una pierna costera en el rumbo inicial, de tal manera que si se requería algún repuesto de urgencia, los helicópteros podrían recogerlos del continente. El 28, el rompehielos recaló en Puerto Galván en Bahía Blanca, donde hizo combustible y fue abordado por los helicópteros Sea King 0677/2-H-233 y 0796/2-H-238 pertenecientes a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, provenientes de la Base Aeronaval Comandante Espora. Culminada la tarea zarpó de inmediato con rumbo al sur.

El personal fue instruido durante el viaje debido a que nunca se parte a la Antártida en invierno, como tuvo que hacerse en este caso, por las durísimas condiciones climáticas del continente y por tratarse de un salvataje, que no está dentro de las prácticas habituales.

Mientras tanto, el buque polar sudafricano "Agulhas", lograba aproximarse lo necesario al "Magdalena Oldendorff" el 1 de julio para enviar sus helicópteros Puma (Orix en Sudáfrica) y proceder evacuar a parte del personal abordo (47 científicos rusos y 2 tripulantes). Esta operación, se realizó con sumo riesgo ya que las aeronaves operaron al límite de su alcance y demostraron el alto grado de decisión que también poseen las tripulaciones civiles, ya que la nave de aquel país no la opera su marina de guerra, sino desde el ámbito ministerial del Poder Ejecutivo.

Ese mismo día, el RHAI abandonó su rumbo paralelo a la costa para virar hacia el sudeste en navegación franca hacia la zona antártica donde se encontraba el "Magdalena Oldendorff". A partir del día 6 las condiciones climatológicas se volvieron adversas y debió superar una feroz tormenta con vientos de 120 km/h y olas de 15 metros en la entrada del Mar de Weddell, que obligó a reducir la velocidad de marcha. El temporal cedió el 8 y al día siguiente el rompehielos llegó al borde de la barrera de hielos.

El capitán del "Magdalena Oldendorff" al observar que su camino hacia aguas libres había quedado cerrado, buscó una caleta helada protegida de las corrientes, donde la nave quedaría a salvo a pesar de su inmovilidad.

El camino hasta el buque aprisionado se hizo con el apoyo de los vuelos glaciológicos de los helicópteros Sea King y la asistencia del satélite que indicaba donde el hielo estaba más delgado, para que el rompehielos pudiera avanzar, y todo esto en el marco de la noche eterna que impera en esa época en el Continente Blanco.
FOTO ARMADA ARGENTINA

El avance del RHAI se hizo sumamente lento. En algunas oportunidades, la presión de los hielos y las tormentas frenaron totalmente el avance de la nave hasta por 48 horas. Los cambios de marea o de climatología hacían ceder la tensión del campo y nuevamente los potentes motores eléctricos permitían el avance. La ansiedad de la tripulación del "Magdalena Oldendorff" iba en aumento, sin embargo desde el RHAI, su comandante se mantenía cauteloso y esperaba inicialmente llegar a la distancia para poder lanzar los Sea King, lo que no obstante ya realizaban vuelos para ayudar a buscar el mejor rumbo. De cualquier manera las operaciones aéreas sólo iban a ser un paliativo por el escaso tiempo lumínico del invierno antártico y la limitación portante de los helicópteros (unos 2000 kg en la eslinga). El ritmo de avance del RHAI permite observar el sostenido aumento del espesor del hielo antártico: el 12 de julio se encontraba a 700 km del "Magdalena Oldendorff" navegando en hielo joven, el 13 a 390 km, el 14 a 180 km, el 16 a 120 km.

Junto al Magdalena Oldendorff

Los Sea King 0677/2-H-233 y 0796/2-H-238 trabajaron incansablemente llevando provisiones y combustible a los tripulantes del "Magdalena Oldendorff". Además, efectuaron los imprescindibles vuelos glaciológicos para la navegación del rompehielos, sobre una zona inusual y difícil, en medio de grandes packs de hielo. Por esta operación, la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros recibió renombre internacional.

A unas pocas millas del "Magdalena Oldendorff", el RHAI nuevamente fue frenado por la presión del hielo, pero afortunadamente a las 24 horas pudo recomenzar su avance. En forma trabajosa, el rompehielos fue devorando lentamente la distancia final que lo separaba del "Magdalena Oldendorff". Una tormenta inclusive, obliga al Comandante a detener las máquinas ya que la nave siniestrada debía estar al alcance visual, pero la enorme cantidad de polvo de nieve levantado por el viento impedía la observación del barco alemán, aunque éste había encendido todas sus luces exteriores. Finalmente, el 17 de julio por la tarde el  RHAI  pudo por fin amadrinarse al "Magdalena Oldendorff" para alegría y tranquilidad de su tripulación y para satisfacción de los argentinos. En el lugar los bandejones tenían 5 a 6 metros de espesor y la temperatura era de unos -30ºC.

Luego de los mutuos abordajes de los tripulantes, debió esperarse condiciones climatológicas favorables para comenzar el trasvase de combustible y víveres, las que pudieron iniciarse el día 19. Doce horas demandó el bombeo de los primeros 600.000 litros de combustible mientras las grúas traspasaban los alimentos y enceres necesarios para que la tripulación del "Magdalena Oldendorff" pasen el resto del invierno y primavera a la espera que el deshielo libere la nave. El médico de la Armada Argentina asimismo, procedió a verificar el estado de salud de todo el personal del "Magdalena Oldendorff".

Completada la tarea de abastecimiento y de acuerdo a buenas condiciones meteorológicas y glaciológicas, el RHAI navegó alrededor del "Magdalena Oldendorff" a fin de romper los hielos circundantes y liberarlo. El trabajo se realizó con éxito, sin embargo la proa del buque alemán se encontraba firmemente adherida a un gran bloque de hielo. Entonces, los comandantes de ambas naves decidieron una arriesgada maniobra: el RHAI embistió muy cerca de la proa del "Magdalena Oldendorff" mientras éste ponía a máxima potencia las máquinas en reversa. La maniobra dio resultado y el "Magdalena Oldendorff" por fin quedó liberado.

Ahora quedaba hacer el intento de que el rompehielos argentino abra una brecha y que el "Magdalena Oldendorff" lo siga a su popa. Esta peligrosa navegación comenzó el día 20 de julio y ambas naves pudieron desplazarse algunos kilómetros a una velocidad de 2 nudos, algo menos de 4 km/h. Aquí es importante señalar una característica técnica del barco alemán que tornaba riesgosa la navegación en la brecha.

FOTO ARMADA ARGENTINA
Para ello, mientras que el RHAI abría la brecha en el hielo, el "Magdalena Oldendorff" lo debía seguir a una distancia y velocidad tal, que la brecha no se cerrara antes de su paso y que a su vez si el RHAI se detenía abruptamente por el espesor del hielo, el "Magdalena Oldendorff" no lo embistiera por la popa en la inercia de marcha. Aquí se hizo evidente la falta de capacidad de maniobra ágil en las máquinas del "Magdalena Oldendorff" y la enorme experiencia del Comandante alemán, que en más de una oportunidad debió frenar su nave contra los bordes de la brecha, cuando el RHAI era detenido por el hielo.

El 23 ambas naves debieron detener su marcha por un aumento de la presión del campo de hielo. Al día siguiente se reinicia la navegación se efectúan vuelos glaciológicos para buscar fracturas o hielos jóvenes que permitan el paso de las naves. El 26 se advierte que las rutas alternativas se han cerrado, hecho que se confirma con la colaboración de los organismos meteorológicos mundiales que l prevenían información satelital precisa de la situación.

Se decide entonces conducir al "Magdalena Oldendorff" a las inmediaciones de la Península Trontungla Muskogbukta, zona protegida, que permitirá a esta nave esperar la llegada del verano austral, cuando el derretimiento de los hielos le permita volver a casa. El día 27 se alcanza y el día siguiente se aprovecha para trasbordar otros 200.000 litros de combustible, el que permitirá disponer al "Magdalena Oldendorff" de energía segura hasta la liberación. A pedido del armador, un oficial médico de la Armada Argentina queda en la nave para atención de los tripulantes.

El 30 de julio el RHAI se despide del BP "Magdalena Oldendorff" y comienza otra dificultosa navegación en los campos helados para regresar a Buenos Aires. Durante los primeros 6 días la marcha es lenta e interrumpida, pero hacia el 5 de agosto la resistencia de los hielos cede, cuando aún restan unos 400 km para alcanzar aguas abiertas. El día 7 por fin el RHAI deja atrás el borde externo del campo de hielo y pone proa a su Base. Resta aún un largo camino.

El 18 de agosto el RHAI llegó a la Dársena Norte del Puerto de Buenos Aires con una emocionante recepción por parte de naves, autoridades y público, que bajo un cielo gris, se reunieron para dar la bienvenida a esta eficiente nave, que se ha ganado un sitial de honor dentro de la historia naval Argentina.

La distinción Operaciones Internacionales fue impuesta al pabellón del rompehielos y el comandante del Irízar, capitán de fragata Héctor Tavecchia, y el de la Fuerza Naval Antártica, capitán de navío Raúl Benmuyal, fueron condecorados con la Cruz Naval a los Servicios Distinguidos por su participación en la operación naval Cruz del Sur.

La tripulación del RHAI, incluidos los integrantes de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros fueron condecorados con la distinción Operaciones Internacionales.

PERSONAL DE LA SEGUNDA ESCUADRILLA AERONAVAL DE HELICÓPTEROS PARTICIPANTE:

CCCD RAFAEL CERINI
CCCD PABLO PEREZ
TNCD JUAN MERCATELLI
TNCD MARCELO VALVERDE
TFCD CARLOS TOCCHIO
TFCP ROBERTO OJEDA
SIAE JORGE LENCINA
SIAE CESAR MESONERO
SIAE ANTONIO GUZMAN
SIAE FRANCISCO CABRERA
SSAE JORGE ALVAREZ
SSAE JUAN FERNANDEZ
SSAE GERARDO BUDSISCH
SSAE ROLANDO BORJA
SSAE GUILLERMO PEREYRA
SSAE  CARDOZO MIGUEL
SSAE VALERIO HERRERA
CPAE CESAR ARRIETA
CPAE JUAN CARLOS CONTI
CPAE CESAR CORVALAN
CPAE FERNANDO REYNA
CIAE DARIO ROLON
CIAE DANIEL SOLARI
CIAE GUSTAVO ALEGRE

GLOSARIO:
EAH2: SEGUNDA ESCUADRILLA AERONAVAL DE HELICOPTEROS
CC: CAPITAN DE CORBETA
CPAE: CABO PRINCIPAL AERONAUTICO
CIAE: CABO PRIMERO AERONAUTICO
TF: TENIENTE DE FRAGATA
TN: TENIENTE DE NAVIO
MN: MILLA NAUTICA (1,852 KM)
RHAI: ROMPEHIELOS ARA ALMIRANTE IRIZAR
SIAE: SUBOFICIAL PRIMERO AERONAUTICO
SSAE: SUBOFICIAL SEGUNDO AERONAUTICO

FUENTES CONSULTADAS
Diario La Nación 
SPAE GUILLERMO PEREYRA (EAH2)

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