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MUSEO DE LA AVIACIÓN NAVAL ARGENTINA


Espacio creado con el objeto de dar a conocer la historia de la AVIACIÓN NAVAL ARGENTINA y sus protagonistas.

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El MUAN en los preparativos para el 12º Atardecer de los Museos 2023.

El 23 de agosto, en dependencias del Museo Histórico del Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas “VGM Sequeiros Jer...

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martes, 30 de agosto de 2011

EFEMERIDES AERONAVALES - SEPTIEMBRE


1 de septiembre
1971 
Se crea el CENTRO DE INCORPORACIÓN Y FORMACIÓN DE CONSCRIPTOS DE LA AVIACIÓN NAVAL. 

3 de septiembre
1959
Primer enganche nocturno en el Portaaviones ARA INDEPENDENCIA, avión SNJ-5C, piloto Capitán de Corbeta Justiniano MARTINEZ ACHAVAL.

1995
Vuelo final de un avión S-2E Tracker con motores radiales. Avión 0704/2-AS-25.

1998
Recepción oficial de los aviones LOCKHEED P-3B “ORION” e incorporación a la ESCUADRILLA AERONAVAL DE EXPLORACION.

5 de septiembre
1912
Primer vuelo de instrucción militar en globo del país, efectuado por el Ingeniero MASCIAS como instructor y el Teniente de Fragata Melchor ESCOLA como uno de sus alumnos, lo acompaño el Subteniente de Ejercito Manuel ORIGONE, tuvo una duración de 2 horas, alcanzando 2200 metros de altura partiendo del Aeroclub Argentino.

7 de septiembre
1926
Relevamiento aerofotográfico de la boca del Rio Negro. (Agenda del Almirante ZAR).

8 de septiembre
1912
Abre sus puertas en forma oficial la ESCUELA DE AVIACION MILITAR, y encabeza la lista de sus alumnos, por su jerarquía y antigüedad militares el Teniente de Fragata Melchor Z. ESCOLA, que si bien poseía el brevet de piloto internacional del Aeroclub Argentino, completaría su formación en vuelo militar en el nuevo instituto.
Pase de los Suboficiales Jacinto RIERA, Juan GUERIN y José SCAPUZZI a la ESCUELA DE AVIACION MILITAR.

1949
Creación de la ESTACION AERONAVAL RIO GRANDE (TIERRA DEL FUEGO).

10 de septiembre
1914
El Condestable Artillero de Primera Joaquín OYTABEN obtiene el brevet internacional de piloto N° 57.

1964
Primer vuelo antártico de un avión LOCKHEED P2V-5 “NEPTUNE” (2-P-107).

 
12 de septiembre
1968 
Se crea el CENTRO DE INSTRUCCIÓN Y ADIESTRAMIENTO DE LA FUERZA AERONAVAL Nº 2.

15 de septiembre
1961
Vuelo de reconocimiento a la Islas Malvinas, realizado por 3 aviones NEPTUNE de la PRIMERA ESCUADRILLA AERONAVAL DE EXPLORACION comandados por el Capitán de Corbeta Siro DE MARTINI.
1976


El avión LOCKHEED P2V-5 “NEPTUNE” 0644/2-P-103 tras efectuar un vuelo glaciológico impacta contra el Monte Bernard en la Isla Livingston (Shetland del sur) produciendo la muerte de toda su tripulación.



17 de septiembre
1947
Es declarada “Escuela apadrinada por la AVIACION NAVAL” la Escuela N°1 Industrial de Haedo (E.N.E.T. N°1), denominada “Jorge NEWBERY”, dirigida por el Profesor Ovidio Juan GENE (Suboficial Principal Aeronáutico Retirado).

19 de septiembre
1955 
Fallece el Vicealmirante Marcos A. ZAR. Pionero de la Aviación Naval, impulsó la actividad aeronaval en las rutas de la Patagonia y de Tierra del Fuego.

21 al 23 de septiembre
1977
Ultimo embarque de los aviones NORTH AMERICAN T-28P “FENNEC” en el Portaaviones ARA “25 DE MAYO”.

24 de septiembre
1949
Designación como ESTACION AERONAVAL USHUAIA al aeródromo allí ubicado.

25 de septiembre
1968 
Se crea la ESCUELA DE SUBOFICIALES DE LA AVIACIÓN NAVAL.

28 de septiembre
1928 
Se crea el ARSENAL AERONAVAL Nº 1. Las primeras instalaciones se inician en la Base Aeronaval Punta Indio en el mes de enero de 1925 con los Talleres Mecánicos y Carpintería, bajo la denominación de Taller Central.

1949
Designación como ESTACION AERONAVAL RIO GALLEGOS al aeródromo allí ubicado.

1969
Se incorpora a la FLOTA DE MAR el Portaaviones ARA 25 DE MAYO.

sábado, 27 de agosto de 2011

1937 - LOCKHEED L-10E "ELECTRA"



FABRICANTE: The Lockheed Aircraft Corporation                           

PROPOSITO: Transporte liviano
TRIPULACION: 2                             
CAPACIDAD: 10 pasajeros o 1542 Kg. De carga                                 
DIMENSIONES                                
ENVERGADURA: 16,8 mts.         
LARGO: 11,6 mts.                           
ALTO: 3,1 mts.                 
PESO: 4.762 Kgs.                             
PRESTACIONES                               
VELOCIDAD MAX.: 346  Kph       
ALCANCE: 1073 Km.                      
AUTONOMIA: 3 horas a 310 Kph.
MOTOR: 1 motor Pratt & Withney Wasp S-3-H1 de 550 Hp Helice de paso variable        
ARMAMENTO: No tuvo              
CANTIDAD DE APARATOS: 1      
CARACTERISTICAS: MM-1          
PERIODO DE USO: 1937 a 1944  


OBSERVACIONES:
Unidad asignada al Ministro de Marina. En ella el Vicealmirante Marcos ZAR sufrio heridas que lo obligaron a dejar el servicio activo, en una gira de inspeccion por la Patagonia, en el aeródromo de Puerto Deseado.

miércoles, 24 de agosto de 2011

1944 - TERREMOTO EN SAN JUAN

El 15 de enero de 1944, una serie de terremotos destruye a la ciudad de San Juan, capital de la provincia argentina del mismo nombre. Más de 7.000 muertos, 12 mil heridos y la virtual desaparición de la edificación constituyen el saldo del movimiento sísmico.
La acción de ayuda oficial se inició de inmediato, e incluyó la presencia en la destruida ciudad de efectivos del Ejército y de la Armada, y entre ella, la de varios aviones de la Aviación Naval.
Organizada la ayuda naval, se asigna la Escuadrilla de Curtiss Cóndor, que se pone a las órdenes del Capitán de Fragata Eleodoro Patrucchi, con los siguientes medios:

Curtiss Cóndor "3-Gt-l": Bimotor sanitario, equipado como hospital o ambulancia. Operó entre el 16 y el 24 de enero, realizando vuelos de evacuación de heridos e incapacitados, y llevando ayuda sanitaria, en viajes entre San Juan y Mendoza.
Tripulación:
 Teniente  de Fragata Pío Ceballos
 Teniente de Fragata Manuel de Ugarriza
 Teniente de Fragata Hugo Crexell

Curtiss Cóndor "2-Gt-l": Transporte similar al anterior. Operó entre el 16 y el 24 de enero entre Mendoza y San Juan, llevando ayuda sanitaria y víveres y evacuando heridos y enfermos. Completó un total de 17 vuelos.
Tripulación:
Capitán de Fragata Elodoro  Patrucchi
Teniente Rodolfo Franzini
Teniente Salustiano Mediavilla
Suboficial Romano

Curtiss Cóndor "2-Gt-2": Transporte similar a los anteriores. Operó entre el 18 y el 24 de enero en el área de catástrofe, realizando 15 vuelos entre Mendoza y San Juan, llevando ayuda sanitaria y evacuando damnificados y heridos.
Tripilñación:
Teniente de Fragata Hugo Crexell
Teniente Cristian Belaustegui
Alférez de Fragata Harald Hansen

No ha sido posible encontrar una lista del personal de Suboficiales participantes en la emergencia.

Los tres aviones superaron entre sí más de cincuenta vuelos en el área de emergencia, no obstante haber quedado destrozado el aeropuerto de San Juan y tener que utilizar campos auxiliares.
En su viaje de ida a San Juan (BACE - Villa Mercedes - Mendoza), trasladaron personal de la Armada que iba a hacerse cargo de puestos sanitarios y de distribución de víveres y equipos de supervivencia, así como carga sanitaria.

El Teniente de Fragata (RE) Alberto de Sautu Riestra, Piloto Aviador Naval en retiro, acudió a la zona de terremotos, comandando un anfibio Sikorsky S-38, bimotor de la "Cía. Sociedad Argentina de Navegación Aérea", de la que era Jefe de Operaciones, llevando medicamentos y aportes sanitarios. Un accidente de vuelo sobre la Provincia de Córdoba le impidió cumplir su objetivo, causándole heridas de consideración, que lo incapacitaron de allí en más para volar. La ayuda por él transportada llegó al fin a San Juan, por vía terrestre.

Recopilación: 
Lorenzo Borri
 
Fuentes consultadas:

HISTORIA DE LA AVIACION NAVAL ARGENTINA - TOMO II - Pablo E. ARGUINDEGUI - 1981.
LINEA ALA
MUSEO DE LA AVIACION NAVAL 


NOTAS:
LA INFORMACION RELACIONADA CON EL PERSONAL PARTICIPANTE EN LAS OPERACIONES ESTA EXTRAIDA DE LOS MEDIOS MENCIONADOS EN LAS REFERENCIAS, NO EXPRESAN NI REFIEREN A NINGUN LISTADO OFICIAL DE LA AVIACION NAVAL ARGENTINA

sábado, 20 de agosto de 2011

ATERRIZAJES PINTORESCOS 8 - EL EXTRAÑO CASO DE LA AVIONETA LUSCOMBE



Pasarán milenios y no se repetirá un caso similar. Es probable que nunca más se anote un episodio tan singular.
Difícilmente un aparato de sus características vuel­va a introducirse en las bocas de Obras Sanitarias, hasta una distancia semejante.
Este suceso, casi trágico, tuvo lugar en Buenos Ai­res el 23 de enero de 1950, cuando una avioneta, pilo­teada por un joven oficial de la Armada, fue "devora­da" por una sudestada que en ese momento desataba su furia demoledora.
Para recordar este suceso, el CIRCULO OFICIALES DE MAR, reunió a sus dos protagonistas principales: al piloto, Capitán de Navío Eduardo Trejo Lema, y al Suboficial Primero Vicente Roberto Saporosi.
Hacía muchos años que no se veían. El encuentro, imprevisto para nuestro directivo, provocó un exten­so abrazo y alguna lágrima se deslizó para teñir de emoción el rostro de los dos marinos. Las lágrimas suelen ser reflejo del alma, dimensionan los hechos cuando los hombres tienen edad madura y miden aquella intrepidez de los años juveniles con esta sen­satez adulta, aunque aquellos actos no hayan sido precisamente impulsos irresponsables.
Aquel 23 de enero, de pronto, la alegría de vida se transformó en infierno, porque aquella avioneta Luscombe Silvaire 1-N-23, un monoplano metálico, versión "Hidro" dos flotadores de poco peso y facilidad de maniobra, fue envuelta por la bravura del río "color de león" —que soportaba un viento de 80 kilóme­tros—, tras intentar su piloto un acuatizaje normal en la zona portuaria luego de un vuelo de rutina.
Aquí comenzaba el dramatismo para el joven ofi­cial, al que acompañaba el Cabo Principal López, cuan­do los pontones de la aeronave se estrellaron con­tra un fuerte oleaje que la desplazó de su estabilidad normal. El gran caudal de agua había sacudido vio­lentamente el ala derecha, determinando que el apa­rato quedara a la deriva. En difícil emergencia, el piloto zafó de su cabina y tomado de una parte de la hidronave trató de ganar un lugar de estabilidad. Esos instantes, que parecieron días para el hombre que perdía ya sus fuerzas luchando contra la adver­sidad —algún momento de serenidad en ese trán­sito de la vida a la muerte le permitió colocar su reloj pulsera en un bolsillo "para que cuando hallaran su cadáver pudieran identificarlo a través de ese objeto" se prolongaron hasta que alguien pudo socorrerlo.

Aquel domingo de fiesta desde la Dársena Norte se iniciaba la clásica regata internacional Buenos Ai­res - Río de Janeiro, que también tuvo trágicas con­secuencias al incendiarse el velero "Halcón Negro" y morir su tripulacióneclipsaba de alguna manera la festividad para introducir la tragedia. Instantes des­pués, la avioneta desaparecía misteriosamente tra­gada por el canal conductor se sabría después— hacia las instalaciones de Obras Sanitarias, pese a colocarse a disposición del hallazgo, los mejores ele­mentos con que contaba la Prefectura Naval.

De esta forma, culminaba el primer episodio de la avioneta Luscombe Silvaire, dramático, insólito, para dar lugar al siguiente que iba a adquirir contornos novelescos.
Y es cuando aparece en escena el joven Cabo Se­gundo Saporosi, quien asistido por el Cabo Principal Héctor Liendo, sería el protagonista del episodio si­guiente.
Pero hubo una instancia previa...
Es poco lo que el común de la gente conoce del "Buenos Aires subterráneo", ese "mundo" insólito y transitado sólo por algunos seres a los que la jerga suele mencionar como los "hombres sapo", pescado­res de objetos de valor, en medio de la inmundicia que circula por esos enormes túneles tétricos.
Tres de esos hombres, "en cumplimiento de sus tareas normales", descubrieron de pronto, en la ce­rrada oscuridad, un objeto de grandes dimensiones que confundieron inicialmente con una "máquina de lavar". El objeto no era otra cosa que la avioneta desaparecida misteriosamente. ¿Qué había pasado? Habían confundido los flotadores mecánicos de la máquina con algo desconocido para ellos. Los vaive­nes de la corriente habían accionado para hacer irre­conocible el aparato, ya que se hallaba en posición invertida, un detalle que posteriormente causara in­convenientes en el remolque, al resultar imposible volverlo a su posición.
Los "hombres sapo" al comprobar el insólito ha­llazgo intentaron radicar la denuncia en una Comisa­ría céntrica. Uno de ellos, constituido en el vocero del grupo, fue atendido por una autoridad de la sec­cional y debió ganar la calle apresuradamente, pues el oficial que lo atendió le manifestó que se exponía a ser detenido por pretender "jugar una broma de inocentes".
Una versión que le fue transmitida al entonces Te­niente de Navío Trejo Lema, daba cuenta de que el aparato fue hallado en el desagüe pluvial que corre bajo la Plaza de Mayo, provocando alarma en primer lugar por entender que se había colocado una pode­rosa bomba debajo mismo de la Casa Rosada. La es­pecie no era correcta de acuerdo a lo que constató Saporosi después.
Desmoralizados por la incredulidad manifestada por la Policía, dirigieron sus pasos al diario "Democra­cia", medio que por una línea editorial expuesta a través de la magnificencia de hechos, recogería la inquietud, aunque con alguna reserva.
El periodista que los atendió, dudando del relato descripto por los desconocidos, se comunicó con el Comando de Aviación Naval inquiriendo sobre "el extravío de una avioneta", agregando que "unos se­ñores con aspecto de cirujas decían haber encon­trado un aparato de esas características". Desde el otro extremo de la línea contestó una vez que res­pondió: "Sí; pero no se preocupe por la suerte de los tripulantes, porque uno de ellos soy yo". Quien había atendido el teléfono, era nada menos que el protagonista del episodio número uno: el entonces Teniente de Navío Trejo Lema.
Comenzaba a partir de esa instancia, el rescate.
Sólo habían transcurrido tres días de la desapari­ción de la aeronave y en el mundillo de lo trivial, la noticia ganaba considerables espacios. Pero... fal­taba lo principal: cómo rescatarla.
Fue entonces que Saporosi, con la fibra juvenil que lo asistía, y previa autorización de las autoridades navales, se introdujo en la boca que conduce a esa profundidad de 20 metros instalada en la esquina de Reconquista y Cangallo, al lado de la Iglesia de La Merced. Acompañado de los personajes conocedores del escenario, se sumergió en aquella oscuridad fantasmal sin medir las consecuencias que pudo su­frir su organismo por los gases de metano que en­vuelven el espacio. Pudo inclusive resbalar al tomar contacto con esa masa informe de desperdicios y ser arrastrado por la corriente. La fortuna lo acom­pañó evidentemente.
Cabe destacar que la Municipalidad había dispues­to la extensión de una línea eléctrica a lo largo del túnel hasta su desembocadura, una vez conocida la existencia del "pájaro metálico".
Después de algunas horas en aquella profundidad hedionda, Saporosi logró extraer la hélice y dos asien­tos de la avioneta. Al emerger de nuevo a la super­ficie, se encontró rodeado de periodistas y numero­sos curiosos. Traía consigo los elementos probatorios del hallazgo que aquellos hombres increíbles habían orientado.

Ya se había comprobado que la máquina se halla­ba en perfecto estado, pese a haber transitado 16 cuadras por el estrecho túnel, al menos para la "es­tatura" del pequeño avión de 35 pies de largo, 20 de ancho y 6 de altura. En la cabina fueron hallados un saco, una cámara fotográfica, una cartera de cuero con dinero, documentos y una lapicera.
La nueva y definitiva incursión debió organizarse con ciertas precauciones, pues era fundamental tener en cuenta los horarios de operatividad, ya que a partir de las 17 horas, el volumen del líquido mal­oliente que se desplaza, producto del mayor uso de artefactos caseros, se incrementaba peligrosamente, poniendo en peligro la vida de los "atrevidos". Con esas precauciones y colocando dos tablones que con­formaran o sustituyeran la función de los flotadores, la nave fue lentamente remolcada por un bote inflable a través de esas 16 cuadras que parecieron kiló­metros, hasta el encuentro del enorme arco del canal colector, algo así como el pórtico del sistema, por donde asomó el extraño incursor. La aparición de la "avioneta submarino", tal la caracterización que le adosó el periodismo, y su posterior izamiento por medio de una grúa, determinaron que el marco de público celebrara de alguna manera la hazaña que combinaron los "hombres-sapo" con los profesionales de la Armada.
Comentarios y alguna controversia, que provocaron generosos centimetrajes en los medios de comunica­ción, asistieron a aquel curioso caso de la avioneta Luscombe Silvaire.
La máquina, reacondicionada convenientemente, volvía al mes de ocurrido el accidente, a elevarse hacia las alturas que le eran propias, cumpliendo las tareas habituales para la que estaba destinada.

Anécdota Uno
El Teniente de «Navío Eduardo Trejo Lema —grado que ostentaba entonces— hacía pocos meses había contraído enlace. Su joven esposa compartía con amigos comunes de la pareja, un té en la confitería del Yacht Club Argentino. De pronto, apareció el pi­loto "envuelto" en un traje que evidentemente era de una persona de mayor estatura física, por lo que extrañada preguntó qué pasaba...
"Se me cayó el avión al río", fue la escueta y hasta displicente respuesta. Ocurrió que cuando cayó a las aguas y estuvo a punto de ahogarse, perdió parte de su ropa, por lo que alguien, presuroso, se le acercó con un traje para superar el momento.

Anécdota Dos
Cuando se efectuaban los preparativos para la pri­mera incursión al túnel, donde estaba incrustada la avioneta de la Armada, un señor entrado en años se acercó al joven Saporosi preguntando qué ocurría. A la respuesta de "estamos sacando un avión", su­cedió la contestación del sexagenario que creía una chanza las palabras de Saporosi, tratándolo de inso­lente.

Pero el episodio no terminó allí, porque un joven oficial de la Policía, que ordenaba el tránsito para per­mitir el operativo, al escuchar la respuesta al curioso, lo llamó aparte y le preguntó: "Pero decime, pibe, ¿es cierto que hay un avión allá abajo. ..?

Recopilación:
Lorenzo Borri
Fuentes consultadas:
HISTAMAR
Revista MACH1 (Círculo Informativo Profesional de la Aviación Naval Argentina) Nº 15.

miércoles, 17 de agosto de 2011

1937 - GRUMMAN G-15 y G-20 "DUCK"

FABRICANTE: The Grumman Aircraft Engineering Corporation
PROPOSITO: Observacion, reconocimiento y bombardeo          
TRIPULACION:  3                            
DIMENSIONES                                
ENVERGADURA: 13 mts.             
LARGO: 11 mts.                              
ALTO: 4 mts.                     
PESO: 3550 Kgs.                              
PRESTACIONES                               
VELOCIDAD MAX.: 220  Kph       
AUTONOMIA: 4 horas a 170 km/h.
MOTOR: 1 motor Wright Cyclone R-1820-80 de 785 Hp. Helice de paso  fijo los G-15 y variable los G-20.              
ARMAMENTO: 2 ametalladoras COLT MG-40 cal. 7,65mm y 2 bombas de 50 Kg.                             
CANTIDAD DE APARATOS: 4 G-15 y 7 G-20
CARACTERISTICAS: 2-O-1 a 2-O-11
PERIODO DE USO: 1937 - 1948

OBSERVACIONES:
Fueron destinados a la ESCUADRILLA DE OBSERVACION de la FLOTA DE MAR y embarcados en los cruceros. Fueron reemplazados por sus sucesores, los J2F5 y J2F6.           

sábado, 13 de agosto de 2011

ATERRIZAJES PINTORESCOS 7 - VUELO EN ALTURA


El vuelo correspondía a un período de curso de helicópteros Navales y consistía en trepar hasta el máximo techo del helicóptero para comprobar su distinto comportamiento en altura y sonido del motor.
 Cuando estaba aproximadamente a 8000 pies aprecié efectivamente ese distinto comportamiento, pero el sonido del motor me despertó dudas, por lo que inicié el descenso y aterricé en un campo próximo a la Ruta 3 (cerca de la estación Calderón, Prov. de Bs. As.). Allí realicé todas las pruebas necesarias sin notar anormalidad alguna. Habiendo cumplido el ob­jetivo de la misión, decidí regresar a Espora volando a baja altura y paralelo a la Ruta 3. Como a un costado había postes con cables telegráficos, pasé por sobre ellos continuando el vuelo del otro lado de la ruta.
 Pasé al costado de un almacén donde había varias personas saludándome, les respondí el saludo y casi inmediatamente sentí un fuerte chasquido a la altura de la cabeza del rotor, por lo que supuse me había llevado por delante un cable de luz o telégrafo, más tarde me entere que había dejado sin luz a una escuela.

Luego del impacto me distraje mirando los instru­mentos y al levantar la vista tenía a pocos metros una hilera de cables telegráficos a mi misma altura, (lo que sucede es que la Ruta 3 hacia una curva a la izquierda, los postes también, lo cual yo no había percibido).

El impacto destruyo totalmente la burbuja de plás­tico y los cables se cortaron con los bordes de la cabina, lastimándome la cara, y además averiando los controles del helicóptero al pasar algún cable por encima de la cabina y golpear contra la cabeza del rotor.

Mire el suelo que se acercaba rápidamente y recuerdo que lo único que pensé fue «¡Me mato!». El impacto fue muy fuerte, máxime que el helicóptero tenía esquíes (sin amortiguación como con ruedas). Saltaron pedazos por todos lados y por suerte no se prendió fuego, ya que el tanque se rompió derraman­do combustible. Oportunamente el helicóptero cayó derecho, sin volcarse, quedando situado entre la ruta y un profundo desnivel al costado de la banquina.

Interrogué al Marinero si se encontraba bien y la única respuesta fue «A la p.... » y luego no habló más!

Bajamos del helo comprobando que no teníamos otras lesiones visibles más que las de la cara. Yo volaba con capote y tenía marcados los cables en el mismo.

Dejé al Marinero de custodia y acepté el ofreci­miento de un automovilista de acercarme a la Base. Al pasar por la guardia caminando, note los ojos atónitos del personal al ver un oficial, con capote, sin gorra y la cara ensan­grentada.
Al llegar al hangar me rodearon y expli­qué lo ocurrido, comenzando así la opera­ción de rescate. Un viejo suboficial que adoraba los helos por sus muchos años en la escuadrilla decía «tengan cuidado con la cola al subirlo al camión», y yo pensaba «si lo vieras».

Se procedió a cargar el helo en la parte posterior del camión y de allí al hangar donde luego se le sacaron las pocas partes recuperables.
Al día siguiente me dolía hasta el pelo y haciéndome una revisación completa, de­tectaron una pequeña fractura en el ester­nón. Y pensar que el motivo del vuelo fue: «¡Vuelo en altura!»

Fecha:                   5 de Junio de 1959
Aeronave:            Bell47D «2-H-401»
Tripulación:
Piloto:                   Teniente de Corbeta Norberto Perasso
Acompañante:     Marinero Mellina

Recopilación: 
Lorenzo Borri

Fuentes consultadas:
 
REVISTA MACH 1 (Circulo Informativo Profesional de la Aviación Naval Argentina) Nº58.

miércoles, 10 de agosto de 2011

1937 - STINSON RELIANT - SR-10ED


FABRICANTE: The Stinson Aircraft Division of the Aviation Manufacturing Corp.                             
PROPOSITO: Transporte liviano y adiestramiento de vuelo        
TRIPULACION:  2                            
DIMENSIONES                                
ENVERGADURA: 12,79 mts.       
LARGO:  8,39 mts.                                                                                                           
ALTO: 2,59 mts.                              
 PESO: 1.758 Kgs.                            
PRESTACIONES                               
VELOCIDAD MAX.: 235 Kph       
ALCANCE: 1046 Km.                      
AUTONOMIA: 3 horas y media a 170 Kph.                                         
MOTOR: 1 motor Lycoming R-680-D6 de 245 Hp. Helice bipala de paso variable                                              
ARMAMENTO: No tuvo              
CANTIDAD DE APARATOS: 2      
CARACTERISTICAS: 1-E-66 a 1-E-67, 2-Gt-5, 1-E-81                                         
PERIODO DE USO: 1937 a 1946  


OBSERVACIONES:
Formaron parte de la dotacion de la ESAN y fueron utilizados para instrucción de vuelo instrumental, transporte liviano y aerofotografia. El 1-E-67 tuvo destruccion total por accidente de vuelo en 1941. El restante fue permutado en 1944 por un Vultee BT-13.   

sábado, 6 de agosto de 2011

ATERRIZAJES PINTORESCOS 6 - FUERZA MAYOR


El avión era un Stearman, de adiestramiento avanzado. El pilo­to alumno cumplía un vuelo "solo", en las proximidades de Bahía Blanca.

El tema casi cumplido, le asaltaron al joven piloto unos terribles e irrefrenables deseos físicos, que ya Cervantes describiera con gracia y mucho mejor estilo en su Quijote, en el capítulo de las aventuras en la venta.

No había alternativa, así que buscó un campo propicio, aterrizó rápidamente, y dejó el motor en marcha, ya que para "arrancar" a los famosos Stearman, se necesitaban cuatro manos: dos en tierra y dos en la carlinga...

El motor en "relantiseur", ronroneaba amablemente, y el alumno buscó la complicidad de una parva próxima para aliviarse de sus ne­cesidades, y en ello estaba cuando. . .

Un golpe de viento, la vocación de vuelo del biplano, vaya a saber por qué, el Stearman comenzó a carretear grácilmente, por el campo alfalfado y verde...

Y allí fue corriendo detrás de él el joven piloto, a medio hacer su fisiológica tarea, arremangando el over-all de vuelo, hasta poder alcanzar al arisco avión, dominarlo, y proseguir el vuelo...

Del folklore aeronaval. Circa 1940.

Recopilación: 
Lorenzo Borri


Fuentes consultadas:
HISTORIA DE LA AVIACION NAVAL ARGENTINA - TOMO II - Pablo E. ARGUINDEGUI - 1981.

miércoles, 3 de agosto de 2011

1937 - CURTISS - WRIGHT CT-32 "CONDOR II"


FABRICANTE: The Curtiss - Wrigth Airplane Company                                                                 
PROPOSITO: Transporte de pasajeros, sanitario y de carga                                                                      
TRIPULACION: 2                                                            
CAPACIDAD: 28 soldados equipados o hasta 8 camillas en version sanitaria.                                     
DIMENSIONES                                                                
ENVERGADURA: 25 mts.             
LARGO: 14,7 mts.                           
ALTO: 4,9 mts.                 
PESO: 8.325 Kgs.                             
PRESTACIONES                                                              
VELOCIDAD MAX.: 294 Kph                                       
ALCANCE: 1045 Km.                                                      
AUTONOMIA: 10 horas a 170 Kph.                         
MOTOR: 2 motores Wright Cyclone R-1820-F52 de 760 Hp. Helices tripalas de paso variable.
ARMAMENTO: No tuvo                                             
CANTIDAD DE APARATOS: 3                                     
CARACTERISTICAS: 2-Gt-1 a 2-Gt-3                        
PERIODO DE USO: 1937 - 1947 

OBSERVACIONES:
Adquiridos nuevos para aumentar la capacidad de transporte de la AVIACIÓN  NAVAL ARGENTINA, dando origen al COMANDO DE TRANSPORTES AERONAVALES con líneas semi regularea a Ushuaia. Un avión fue configurado como carguero – transporte de paracaidistas, uno como transporte de pasajeros y el tercero como avión sanitario. Fueron los tres ultimos construidos de su tipo por la fábrica Curtiss.      El modelo fue seleccionado por poder transportar en su bodega de carga los motores Wright, en uso por ese entonces en la AVIACIÓN  NAVAL.